martes, 1 de noviembre de 2011

Las cabezas enterradas de Moais en Isla de Pascua también tienen cuerpos esculpidos. Además se cree que miran a las pléyades y a Orión




El Easter Island Statue Project (EISP) es un programa privado de investigación creado por Jo Anne Van Tilburg junto con Cristián Arévalo Pakarati que investiga a fondo las célebres cabezas de la Isla de Pascua. Recientes excavaciones han desvelado el gran porcentaje de estas cabezas que está totalmente cubierto por la tierra, contribuyendo así a acrecentar la creencia de que, desde el punto de vista geológico, algo muy relevante ocurrió en la misteriosa isla en algún momento de la historia.

La Isla se encuentra a 109 grados 25 minutos 54 segundos de longitud Oeste y a 27 grados 8 minutos de latitud sur. Fue bautizada en el año 1722 por el Holandés Roggeween, concretamente el día 6 de Abril, festividad de la Pascua de Resurrección.

Los aborígenes la llaman "Te-pito-o-te-henua", es decir, "el ombligo del mundo", aunque parezca un nombre pretencioso, no lo es, ya que se encuentra a más de 3.500 kilómetros de la costa americana y a más de 2.000 de la isla Picairn. Por lo tanto, sus habitantes sólo veían mar a su alrededor, creyendo ser el centro del mundo conocido.

Un moái (del rapanui moai, “escultura”) es una estatua de piedra monolítica que sólo se encuentra en la Isla de Pascua o Rapa Nui, perteneciente a la V Región de Valparaíso, Chile.

El significado de los moáis es aún incierto, y hay varias teorías en torno a estas estatuas. La más común de ellas es que las estatuas fueron talladas por los habitantes polinesios de las islas, entre los siglos XII y XVII, como representaciones de antepasados difuntos, de manera que proyectaran su mana (poder sobrenatural) sobre sus descendientes.
Debían situarse sobre los ahus (plataformas ceremoniales) con sus rostros hacia el interior de la isla y tras encajarles unos ojos de coral o roca volcánica roja se convertían en el aringa ora (rostro vivo) de un ancestro.

Son la imagen y el misterio de la Isla de Pascua. Pero no las únicas, también podemos encontrar numerosos petroglifos, algunos de ellos verdaderamente extraños, restos arqueológicos de sus antiguos visitantes y las famosas tablillas Rongo-Rongo.

Los más de mil moais de la isla tienen unas características comunes, tienen aspecto humanoide, con el cráneo aplanado por la parte de arriba, la nariz larga y respingona, los labios finos y proyectados hacia adelante, una mandíbula exagerada, un cuello grueso y corto, orejas largas y ausencia de cráneo. El resto del cuerpo es de proporciones muy pequeñas respecto a la cabeza, rechoncho, de vientre abultado y con las manos de largos dedos que parecen sostener el peso del abdomen. No existen piernas en ninguno de ellos.
En la parte trasera muchos de estos moais tienen unos grabados en la espalda, podría ser una especie de ceñidor, aunque algunos han querido ver la cruz egipcia en estos dibujos. Además, cada moai estaba rematado por una especie de gorro justo encima de la cabeza, algunos de ellos en la actualidad aún lo tienen, es el denominado pukao, que podría ser un típico peinado papúa, todavía utilizado en Melanesia.

Una muestra comparativa de dimensiones



Se piensa que los Moais de la isla de Páscua miraban a Las Pleyades y a Orión.


    

A los enigmas ya conocidos de la isla de Pascua hay que añadir las novedosas propuestas arqueo-astronómicas planteadas por el astrónomo español Juan Antonio Belmonte y el antropólogo chileno Edmundo Edwards. Su tesis es que los gigantes de Te-Pito-O-Te-Henua (El ombligo del mundo) miraban a las Pléyades, al cinturón de Orión y a la Luna.

El grupo de estrellas de las Pléyades parece haber sido crucial…
La primera y última visión de las Pléyades o Matariki al atardecer marcaba el mejor período, la época de esplendor, la estación más próspera del año, conocida como Hora Nui, en la que se podía pescar libremente. Era el tiempo de la cosecha y los rituales en los ahus, un período durante el cual la guerra estaba prohibida. Por el contrario, la época en la que estas estrellas no eran visibles en el cielo pascuence se correspondía con el período hitu, la estación negra. Esto demostraría la singular relación que guardaba este grupo de estrellas con el calendario pascuence. Y explicaría por qué los siete moais de Ahu Akivi son los únicos de la isla que miran hacia el mar y están orientados a la puesta de la constelación de Tautoru, marcando el principio del año rapanui.

Al parecer habría mensajes o respuestas escondidas para nosotros en Las Pléyades.


Las Tablillas Rongo-Rongo


Como ya hemos mencionado anteriormente, los nativos de Pascua han tenido supuestamente contacto con diferentes civilizaciones, la egipcia, la maya y una tercera, más enigmática aún, para conocerla tenemos que viajar hasta Chile, en el museo nacional nos encontramos con unas tablillas escritas en un idioma extraño, son las tablillas Rongo-Rongo.
Son tablillas rectangulares de madera de toromiro, es una madera blanda al ser cortada y que endurece de forma rápida, ideal para escribir en ella ya que es una madera muy resistente. Dicha escritura a día de hoy aún no ha sido descifrada, no tenemos ni la más remota idea de lo que en ella escribieron los antiguos Pascuenses. Sin duda encontrar en una isla perdida en el pacífico una escritura avanzada como esta es incongruente, ya que para que un tipo de escritura llegue a convertirse en algo real como la Rongo-Rongo hacen cientos o miles de años de avances y también influencias de culturas diferentes, algo imposible en Pascua.
Por lo tanto, debemos buscar su origen fuera de Pascua, pero curiosamente la única escritura parecida a la de las tablillas Rongo-Rongo es la del valle del Indo, en la actual Pakistán. Una civilización milenaria, única y sorprendente, alejada miles de kilómetros y miles de años de la isla de Pascua.

Sólo caben dos teorías ante este enigma, o la cultura del valle del Indo tuvo contacto en algún momento con la isla y por lo tanto los pobladores de la misma son mucho más antiguos de lo que creíamos - falta saber con qué medios llegaron a este contacto - o existió una cultura madre promigénea de la que bebieron numerosas culturas, entre ellas las de la isla de Pascua y la del Valle del Indo

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